En la tarde de ayer nos fuimos a dar una vuelta por el que fue nuestro pueblo de la infancia y juventud ( tres de los cuatro somos de allí y por allí anduvimos, los cuatro, hasta pasar la veintena. ). Lo primero que hay que destacar es que en Barakaldo siempre hay gente por la calle. No como en Algorta que, a ciertas horas de la tarde, parece que se desertiza. Lo siguiente es que, en lo que a tomar unos potes y pintxos se refiere... comprobamos con algarabía que es una zona con unos precios más razonables que la nuestra . Cuatro pintxos (de diseño casi siempre), dos zuritos, mosto y crianza rondaban los 10 euros. Hacía tiempo que no nos duraba tanto el "escote". Así da gusto. A ver si cunde el ejemplo.
Nosotros anduvimos por lo que , en nuestros tiempos era nuestra zona clásica: Zaballa y aledaños. Comprobamos como algunos bares continúan como siempre ( el Porben no ha cambiado la fachada en 30 años - ni falta que le hace que para eso fue innovadora en su día-, el Hórreo -cerrado por vacaciones- continúa en su sitio, al igual que el Mendi y el Sebas, la Cuadra, el Urbi... También notamos la falta de otros, como el Politena, el Cela... en fin, los tiempos van cambiando y nosotros con ellos.
Hay muchas más zonas: la de San Vicente, la de Arrandi, la Juan de Garay, Lasesarre,... algún día las recorreremos.
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